Texto íntegro del registro de derechos humanos de Estados Unidos en 2017 (1)
04-25-2018 17:10
IV. La brecha entre ricos y pobres aumenta
La brecha entre ricos y pobres en EE. UU. aumentó, como lo hizo el número de personas sin hogar. Se abusó de las drogas y las sustancias prohibidas, y la población en situación de pobreza vivió en condiciones miserables. "El sueño americano se está convirtiendo rápidamente en el engaño americano", afirmó un experto independiente en derechos humanos nombrado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para examinar la pobreza y los derechos humanos en los países del mundo (www.theguardian.com, 15 de diciembre de 2017).
La situación de las personas pobres siguió siendo precaria. La página web del Guardian informó el 8 de diciembre de 2017 de que 52,3 millones de estadounidenses vivían en "comunidades empobrecidas económicamente", un 17 por ciento de la población del país (www.theguardian.com, 8 de diciembre de 2017). Las estadísticas oficiales más recientes de la Oficina del Censo de EE. UU. indican que viven en la pobreza más de 40 millones de personas. Casi la mitad, 18,5 millones, viven en la extrema pobreza, con ingresos familiares declarados inferiores a la mitad del umbral de la pobreza (www.ohchr.org, 15 de diciembre de 2017). Según un informe de 2017 publicado por el Centro Stanford para el estudio de la Pobreza y la Desigualdad, la tasa de pobreza para el conjunto del sur rural de Estados Unidos se situó en el 20 por ciento, siendo esta del 33 por ciento en el caso de los negros, y del 37 por ciento en el de las mujeres negras. Los indios americanos del oeste rural tuvieron una tasa de pobreza que llegó al 32 por ciento (inequality.stanford.edu). Tras una visita de dos semanas a Estados Unidos, Philip Alston, el relator especial de Naciones Unidas sobre pobreza extrema y derechos humanos, declaró que Estados Unidos es uno de los países más ricos, poderosos y tecnológicamente innovadores, pero que ni su riqueza ni su poder ni su tecnología se estaban dirigiendo a corregir la situación de 40 millones de personas que seguían viviendo en la pobreza. La conclusión que sacó es que "la persistencia de la extrema pobreza es una elección política hecha por quienes están en el poder" (www.theguardian.com, 15 de diciembre de 2017).
La desigualdad empeoró. La brecha patrimonial en Estados Unidos siguió ampliándose. Según la Base de Datos Mundial sobre Desigualdad de Ingresos, Estados Unidos tiene la mayor tasa en el índice de Gini (que mide la desigualdad) de todos los países occidentales. En la OCDE, Estados Unidos está en la 35ª posición de 37 en términos de pobreza y desigualdad (www.theguardian.com, 15 de diciembre de 2017). En un informe que muestra la proporción de la riqueza de los hogares de EE. UU. por nivel de ingresos, el jefe de economistas internacionales del Deutsche Bank, Torsten Slok, dijo que el 0,1 por ciento más rico de entre los hogares estadounidenses disponía de en torno a la misma riqueza que el 90 por ciento menos rico (www.businessinsider.com, 25 de enero de 2017). La página web de la Boston Review informó el 1 de septiembre de 2017 de que, mientras los ingresos del 80 por ciento menos acomodado de los estadounidenses habían crecido en torno a un mero 25 por ciento en las últimas cuatro décadas, estos se han casi duplicado para el 20 por ciento con mayor patrimonio. El analista de Naciones Unidas sobre la pobreza y los derechos humanos acusó a los líderes de EE. UU. de intentar convertir al país en el "campeón mundial de la desigualdad extrema" (www.theguardian.com, 15 de diciembre de 2017).
La vida de los sin hogar fue miserable. La página web del Guardian informó el 6 de diciembre de 2017 de que 553.742 personas pasaban las noches a la intemperie en Estados Unidos el año previo, con un aumento del 4,1 por ciento en Nueva York. En un campamento de personas sin hogar de Los Ángeles, aproximadamente 1.800 personas compartían nueve retretes sin paredes por la noche (www.theguardian.com, 30 de junio de 2017). El libro de Matthew Desmond "Desahuciadas" afirma que millones de estadounidenses son desahuciados todos los años por los problemas para pagar el alquiler: estas personas son los verdaderos pobres olvidados (www.theguardian.com, 24 de febrero de 2017).
El gobierno de EE. UU. fue incapaz de controlar las drogas y los medicamentos adictivos. La página web de Medical Press informó el 13 de junio de 2017 de que 7,7 millones de estadounidenses consumen demasiadas drogas ilícitas. La CNN dijo el 14 de diciembre de 2017 que casi el 40 por ciento de los estudiantes del último curso de instituto, el 28 por ciento de los del antepenúltimo y el 12,9 por ciento de los del octavo de la enseñanza obligatoria habían consumido algún tipo de droga ilegal el año anterior. CBS News informó el 6 de junio de 2017 en su página web de que entre 2011 y 2015 se recetaron casi 4.000 millones de pastillas opiáceas solo en el estado de Ohio. Las sobredosis son hoy la principal causa de muerte entre los estadounidenses de menos de 50 años. Según un informe del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de EE. UU. de diciembre de 2017, en 2016 se produjeron más de 63.600 muertes por sobredosis en el país. El 12 de diciembre de 2017, ABC News informó de que el fulgurante aumento del consumo de opiáceos había llevado a decenas de miles de niños a abandonar el hogar en todo el país, y aludió a un aumento del 32 por ciento en los casos de niños en hogares de acogida entre 2012 y 2016.
El sistema sanitario tenía múltiples carencias. Philip Alston, el relator especial de la ONU sobre extrema pobreza y derechos humanos, mencionó en un informe que la "brecha sanitaria" entre Estados Unidos y los países de su entorno siguió creciendo y que los estadounidenses tenían una esperanza de vida menor y peor calidad de vida. Los gastos médicos y los costes de los seguros médicos volvieron a incrementarse, y los precios de las medicinas para las enfermedades crónicas, del asma al cáncer, alcanzaron cifras récord, según recogió el Guardian en su página web el 15 de noviembre de 2017, (www.theguardian.com, 15 de diciembre de 2017). Los resultados de una encuesta publicada el 14 de diciembre de 2017 por el Centro de Estudios Pew mostraron que las puntuaciones positivas respecto de la garantía gubernamental del acceso a la atención sanitaria habían descendido 20 puntos porcentuales desde 2015 (www.people-press.org, 14 de diciembre de 2017).