China: un país que permanece en el corazón de sus gentes (I)

11-23-2016 08:35

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En nuestra edición de hoy de la serie "Abrazo a través del Pacífico", nuestra reportera ha visitado el hogar de Joaquín Siu, empresario perteneciente a la tercera generación de inmigrantes provenientes de China en Perú, para hablar de la historia y los orígenes de su familia.

Hace 167 años, los primeros migrantes de origen chino llegaron a Perú. Hoy en día, sus descendientes han contribuido cada día más a los distintos sectores de la sociedad peruana. 

En el año 1975, Joaquín Siu, a sus 25 años, llegó a las costas peruanas desde Guangdong para reunirse con sus padres y con sus abuelos en Lima.

Allí estuvo estudiando español mientras ayudaba a sus abuelos en la pequeña tienda que regentaban. Poco a poco, Joaquín Siu nos explica cómo se abrió camino hasta el nuevo país, sobre todo durante esos años más difíciles.

Siu dice :"Me pasaba los días transportando pescado y marisco al norte del país... Aquéllos fueron años muy difíciles. Cada diez o quince días tenía que recorrer una gran distancia en camión para llegar al norte del país, y cada día teníamos que transportar las aletas de tiburón y el pescado que comprábamos y llevarlo Hong Kong. Y los medios de transporte de aquella época no tenían las condiciones de los de ahora: se tardaba 17 horas en llegar al norte, que estaba a más de 5000 kilómetros, por lo que en ir y venir invertíamos 30 horas. Y cuando llegábamos, de vuelta al sur otra vez. Era una vida muy dura, pero así es como logramos venir a este país."

Siu indica :"Mi esposa también trabajaba en una pequeña tienda en el mercado, el primer comercio de Hong Kong que se había establecido allí, y delante se encontraba la tienda de sus abuelos, donde vendían pollo laqueado. El pollo estaba riquísimo, así que solía ir allí a comprar. Entonces me fijé en aquella chica, nacida allí en Perú, que los domingos venía a la tienda a ayudar, mientras que las otras chicas salían a divertirse. Ella no era como las demás, no usaba maquillaje y trabajaba con mucha diligencia. Allí que me propuse conquistar su corazón."

La pareja se casó en 1983, y en 1984 tuvieron a su primera hija. Después de haber creado su familia, Joaquín Siu estableció su propio pequeño negocio de exportación e importación.

Cuando su empresa empezó a crecer, su estatus comenzó a ascender progresivamente tanto entre los chinos emigrados como entre los ciudadanos de ascendencia china.

Gracias a su carrera, Joaquín Siu consiguió un puesto en la Sociedad Central de Beneficencia China, la organización más importante en la colonia china en Lima de Perú.

Joaquín Siu permaneció muchos años como presidente de la sociedad, y ha dedicado largo tiempo de su vida a esta organización, e incluso estableció su oficina al lado del garaje de su casa.

Ahora, después de haber asumido el cargo honorífico del presidente de la Sociedad Central de beneficencia de China, nos explica su experiencia al mando de tan importante organización.

Siu señala :"Son tres las cualidades esenciales que debe poseer cualquier buen emigrante de China: tener dinero, hacer bien las cosas y tener don de gentes, y mientrastanto debes fingir que eres un ignorante."

Sin embargo, en el seno de su hogar Joaquín Siu está lejos de comportarse como un ignorante, sino más bien como un padre con las ideas muy claras.

El talante de sus dos hijas, así como el de su hijo, es muy pacífico y moderado. Su hija mayor, Jenny, pasó siete años en China, y a día de hoy tiene un magnífico dominio de la lengua.

De acuerdo con la opinión de Joaquín Siu, su hija pertenece a la cuarta generación de inmigrantes chinos, con nuevos objetivos y responsabilidades.

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